Tenemos tiempo. Por Hanel Bluma Tanu
🔞Sexo explícito🔞
Hermosa noche fresca, después de todo
el día con la temperatura alta en la ciudad de México. Las estrellas en la noche. Pero podían verse muy poco en la ciudad. Siempre que se podía era un espectáculo natural muy hermoso. Ya que por la contaminación no era fácil. Al llegar al departamento tire todo en la mesa
de la entrada. Necesitaba quitarme la sensación de pesadez y estrés que
acompañaba una jornada de trabajo. Coloque música que me animara. Una buena
música de rock metal no se le puede negar a nadie.
Me quite la ropa para entrar a darme
una ducha. Así podría quitarme el cansancio, el sudor del día.
Las gotas del agua en la ducha podía sentirlas deslizar
por mi cuerpo, mis dedos moviéndose para colocar el shampoo por mi cabello
Negro. Disfrutaba el baño hasta que sentí que alguien me abrazaba por la
espalda.
Esa alguien era Larisa, mi hermosa
Larisa. Si algo mimada, pero hermosa, cariñosa y tierna. Mi novia y casi
esposa. Digo casi porque falta poco para casarnos. Ya todo está arreglado, solo
faltaría el día. Y ese día… es en una semana. Dichosa yo por tenerla a mi lado.
Sus manos. Como bajan y suben para enjabonar mi cuerpo. Me distrae. Sabe que me
encanta la sensación ya que usa sus manos y sus labios después del que el jabón
baja la caída del agua. Traviesa mía.
Terminamos haciendo el amor en la
ducha. Sumamente intenso.
Me coloco mirando hacia las losas
mientras disfrutaba tocarme, yo solo cerraba los ojos por la intensidad de esa
suavidad que lo hacía. Mi rostro miraba hacia abajo. Lo cual, podía ver como
tocaba todo mi ser.
No resistí más y me di la vuelta.
Todo el agua lleno mi rostro, pero aun así podía ver su traviesa sonrisa.
-
Eres malvada lo
sabes?- le dije con voz llena de deseo.
-
De quien crees que
aprendí?.- Sonreía pícaramente
Ella también estaba desnuda en la
ducha. Podía ver su piel clara mis dedos suavemente la tocaba. Su rostro
hermosamente lleno de gotas de agua. Sus ojos me hechizaban esa parte dorada
profunda pero tierna. Me enamora en cada ocasión. Esa ternura era sola para mi. En ese momento,
entre nosotras.
Con las manos llenas de jabón en
espuma fui llenando su cuerpo con el, aproveche en dar todo el recorrido a
su piel, tanto con besos como con el jabón. Era parte de nuestro ritual,
disfrutar estos momentos, aun cuando estuviéramos cansadas.
No me percate que ella se me acerco a
mi cuerpo, de tal forma que podía anexar a mi cuello. Ella lo sabía, lo sabía.
Tan juguetona que estaba, me dio un mordisco, varios en el cuello y la
clavícula. De mi salió un gemido, todo mi cuerpo perdió fuerza. Lo que,
aprovecho para empujarme a la pared. Podría perder el control. Posiblemente ya
lo hubiera perdido. Ya que mis manos estaban atrás. Sin saberlo ella las coloco
para que no me moviera.
Por favor, deseaba hacerme perder el
control. Y ella lo sabía. Siguió explotándome y bañándome. Por un buen rato.
Hasta que llego a mi centro. Las sensaciones que podría describir pueden ser
muchas. El frio de la loza comparado con la piel, difiere mucho, así como la
caída del agua a la piel.
Podría mencionar todas las cosas en
ese momento. Pero las dos nos disfrutamos haciendo el amor como si fuera la
primera vez.
La tenía abrazada, mientras dormía. Le
acariciaba el cabello para relajarla. Su respiración estaba sumamente
tranquila.
Por un buen rato, después de la ducha
pasamos tiempo en la habitación, seguimos haciendo el amor. Claro nos secamos
antes de entrar a la cama. Todo muy apasionado. Entregándonos mutuamente.
Mientras ella se secaba el cabello,
con mis ojos podía observarla a detalle. Ver como se peinada y usaba crema para
el cabello después de la ducha. Yo no sabía hasta que viví con ella que se
usaba una crema en especial para después de la ducha y más para el cabello. Lo
que me vengo a enterar. Me encantaba ver como se cuidaba. Mi chica mimada. Yo
tan roquera que solo usaba una crema para todo. En comparación ella, tenía
cremas y perfumes para diferentes ocasiones.
Tanto que teníamos un mueble en
especial para solo sus productos.
Me sentía tan afortunada de tenerla
en mi vida. Cuando termino se dio la vuelta para observarme, me sonreía
abiertamente.
-
Sabes que te amo?-
Le alcance y abrace por atrás.
-
Lo se. Yo también te
amo. – Nos besamos sintiendo todo en ese beso.
En la mañana me despertó el olor del
desayuno. Olía por todo el departamento. Larisa cocinaba delicioso. Me estire.
Bostece y me levante. Seguía con mis pantaloncillos de cama con una playera sin
mangas pero con el logotipo de un balón de básquetbol, con mi estatura, me
encantaba hacer deportes cuando podía. Salí de la Habitación ir a su encuentro
de mi amada. Ella ya había preparado la mesa para desayunar las dos, era una
mesa circular, sencilla para el departamento.
Ella todavía estaba en pijama. Pero
aun así era tan hermosa. Sera que estoy enamorada completamente de ella? No, no
solamente es eso. La luz que emite, es tan hermosa y atrayente.
Entre en la cocina y la abrace por atrás.
-
Que haciendo mi vida?- Le bese la mejilla.
-
Prepare un desayuno
muy rico.- Me sonríe y siento como su cuerpo se suaviza a mi contacto. – Vamos
ve a vestirte o se te hará tarde.
-
Claro corazón… Lo
que tú órdenes. – Le di una nalgada a ese suave trasero.
-
Oye, para eso son.
Pero se piden. – Se rio y aun así me mostró una sonrisa pícara.
-
De acuerdo- Salí a
cumplir con el objetivo que mi amor me ordenaba. Sin soltar la sonrisa.
Ya vestida y no tan alborotada.
Desayune con ella. Preparamos un rico café de olla oaxaqueño. El cual, compramos
en una feria que se hacía en la ciudad cada año. Platicamos de la boda y detalles. Ya
teníamos los boletos para irnos de luna de miel. Hasta las maletas ya las
teníamos preparadas. Terminamos de desayunar. Le ayude con los trastes.
Para no
tener ningún pendiente. Lo bueno de tener coche.
La Bese con tantas ganas antes de
irme a trabajar. Ella trabajaba en casa. En ocasiones iba a la sede principal.
Pero dependía si se le llamaba.
La mire antes de irme. Ella estaba
arreglando las cosas para empezar su trabajo. Le encantaba empezar temprano
para luego tener su tarde libre. Esa es mi chica.
-
¿Que pasa? ¿Por que
me miras tan intensamente? Se sonroja. Que ternura.
-
Nada. ¿No puedo
observar al amor de mi vida antes de salir a trabajar?- Le conteste
tiernamente.
-
Jajaja. Vamos. ¿Con
estas pintas?- Tu estar hermosa aun si tienes todavía tu pijama.
-
Te deseo. Pero eso…
amada mía. Lo dejaremos para después. – miro picarona. Haciendo movimientos muy
sexis muy cerca de mi.
-
De acuerdo, pero
Larisa. Recuerda que te amo. – Le abrace tiernamente, besándola con deseo.
– Todavía tenemos tiempo amor para la
noche.
- Así es, Todavía
tenemos tiempo.- Me regreso el Beso.
El tráfico era pasable, como salía
siempre temprano para que no hubiera tanta interferencia si llegaba a la hora. Subí
al elevador que siempre odio. No me gustan. Para luego pasar a registrar la
hora de entrada. Después de saludar a todos. Pase todo el rato en la
computadora. Haciendo Informes y esquemas. Almorcé con mis compañeros de
trabajo. Como siempre platicando de temas no tan relevantes. Pero era un buen
equipo de trabajo nos ayudábamos para terminar rápidamente y que todo estuviera
en buena forma.
Seguía siendo una hora mas temprana en la oficina, todo se veía normal; pero en un momento
me sentí tan nerviosa. Mi piel se erizo. Me puse tan nerviosa que no dejaba de
ver el reloj que estaba enfrente de la habitación. Solo esperaba terminar mi
tiempo de trabajo para ver Larisa. Sentía que algo no estaba bien. De por si me sentía mareada.
En un momento, vi a un compañero de
cubículo levantarse y salir corriendo. Eso me extraño. Me levante y observe
como los cristales de las ventanas se ondeaban. Era una extraña forma de
moverse de los cristales.
En ese momento, me di cuenta que
estaba temblando y mis compañeros no se habían dado cuenta solo; Uno se había
dado cuenta y no le aviso a nadie.
Me levante y di la alarma.
-
Salgan todos, está
temblando, dejen todo y salgan ahora. No vayan por el elevador. A las
escaleras. ¡Ya!- Me apresure a gritarles.
Respondieron a levantarse y ver como
los cristales de las ventanas se movían empezó a salir. Yo solo agarre mi celular y empecé a moverme
a las escaleras cuando vi que el Jefe de todos estaba todavía en el cubículo
sin percatarse del peligro.
Corrí hasta su espacio. Pero su
puerta estaba cerrada. Golpee con fuerza. Levando su mirada con disgusto por
haberlo interrumpido, pero antes de que empezara hablarme o más bien gritarme.
La segunda ola del temblor llego. Fue tan fuerte y rápido que caí al suelo.
Intente agarrarme de lo que pudiera.
Los cristales de las ventanas se
rompieron saliendo disparadas a todas las direcciones. Me protegí la cara como
pude con los brazos. Algo internamente me dijo.
-
Levántate. Levántate
ya, sal ya. – Sentí que era urgente que me levantara. Y así lo hice.
Cuando pude abrir los ojos y me
levante vi que parte del edificio. Donde
estaba mi jefe ya no estaba. Si hubiera entrado….
Estaba mirando el vacío.
Mire con terror. Me paralice. Pero la
voz insistía en que bajara. Salí corriendo. No podía seguir ahí. Todo
colapsaría. Me dirigí a las escaleras. Fui al siguiente piso y la gente ya
estaba bajando.
Todos pasaban a los lados, algunos
tratando de rebasar a los demás. Cuando Salí del edificio pude ver parte del
colapso en el que tuve.
-
Aléjense de los
edificios y los cables de luz. ¡Ahora!- Le grite algunos que estaban cercanos a
las paredes.
Pero fue unos segundos, en la cual, hable yo ya estaba
en plena calle cuando se escuchó un sonido estridente, Mire hacia arriba. Podía
ver que el edificio que había que por varios años había trabajado se derrumbaba. Enfrente y Arriba de mí persona. Todo se llenó
de oscuridad.
Rinng Rinng Rinng
Quede aturdida por la gran sacudida. Salí disparada por la fuerza de lo que cayó del edificio. Un celular suena
insistentemente.
Ringg Ringg Ringg
Sigo escuchándolo. No me había dado
cuenta que mi cuerpo estaba bocarriba y algo vibraba. Me moví. Una oleada de
dolor la sentía por todo el cuerpo. Mi mente se desvanecía.
Rinng Rinng Ringg
-
Ahh- Eso era un
celular. Si lo era. Busque donde estaba. Hasta que sentí que estaba la
vibración en mi espalda por los bolsillos traseros. Pude agarrarlo con dolor. Abrí
un poco los ojos para ver quien llamaba. Era Lariza – Bueno--- No podía hablar.
Estaba cubierta de polvo y me dolía todo.
-
Paty… me escuchas….
¿Estas bien?- sonaba muy preocupada
-
Si amor, creo que
estoy bien. – Mis ojos empezaban tratar de observar donde estaba. Pero mi mente
estaba nublada todavía. – ¿Como estas?
-
No te preocupes…
Amor… Yo no te localizaba… pensé lo peor…- Su voz se escuchaba muy triste.
-
Amor. Mi zona quedo
muy afectada, el edificio… el edificio se cayo.- Mi voz se quebraba.
-
Paty iré allá. Espérame……….-
Dejo de escucharse por el otro lado.
-
Amor. ¿Que pasa?
¿Sigues ahí?- Trataba de levantarme pero no podía.
-
…… - No había
respuesta.
-
Amor… Amor no me
asustes. Amor…. ¿LARISA?- Me moví tan rápido que solté un grito para moverme de
lado. – Larisa contéstame.
-
……
-
¿Sigues ahí?- Lleve
una de mis manos a la boca.- Pude sentir que emanaba sangre pero eso no me
detenía.
-
…….- No decía nada
al otro lado del teléfono
-
Amor mío me estas
asustando. Por favor responde. – El polvo de la zona se disipaba. Varios
edificios además donde trabajaba estaban colapsados. La visión era desgarradora.
-
……
-
Carajo. Respóndeme
cuando te hablo Larisa- Ya gritando con
el temor en la voz. Ya me había puesto de pie.
-
…..
Mi cuerpo volvió a
desplomarse cayendo de rodillas. Agarrando fuertemente el celular.
-
Sabes Paty, Me has
hecho la mujer sumamente feliz cuando estuve a tu lado. No sabes todo lo que
sentí, al amanecer las dos juntas. Hacer el amor. Cocinar para ti.- sonaba a
otro lado sollozos. – Eres toda mi vida.
-
Amor, todo estará
bien.- Decía Paty. Mis manos temblaban. Jamás en mi vida me había sentido así. Perder a Paty. No, no podría con eso.
-
Gracias por todo tu
amor. – Larisa hizo una pausa.- Sabes que siempre te voy amar. Paty Gracias..
gracias por todo. Amor mío. - Lloraba.
En esos momentos. Volvió una réplica más.
Los edificios se tambaleaban. Paty sabía que no sería capaz de correr, ya no tendría
más que vivir sin su amor.
-
No te preocupes amor
mío.- Arrodillada miro al cielo, pero solo encontró polvo. No podia ver el cielo - Nos volveremos a
encontrar. – Se cortó la llamada con un
fuerte estruendo.
-
¡Paty No!- Grito con
desesperación. Grito Larisa con desesperación.
La zona del anillo de fuego de la
ciudad de México se llenó de escombros polvo y muerte. Muchas personas corrían
para salvar la vida. Otras ayudaban con las personas enterradas por los
escombros. Cientos de personas murieron y perdieron sus hogares, trabajos y su
vida.
Mucha gente entraba a los edificios
para sacar a las personas que estaban atrapadas sin ser bomberos o la policía.
No se podían usar los coches por los derrumbes. Las ambulancias estaban
completamente saturadas. Por horas solo las personas ayudaron a sus semejantes.
Los bomberos y hospitales cercanos fueron saturados por todas las emergencias.
El ejército no se había movido para ayudar. Y eso que hay una sede en la
ciudad.
Cuando la llamada se cortó. Larisa
hizo lo imposible para salir del departamento. Ella había quedado debajo de algunas
zonas del edificio. Pensaba que moriría. Sentía su cuerpo sumamente dañado. Sentía
la sangre. No pensaba que duraría. La próxima replica dañaría y destruiría el
edificio. Pero al oír a Patty hablar así. Despedirse abandonando su vida. No podía
aguantarlo. Algo dentro de ella se encendió. Tenía que encontrarla. La poca
fuerza que le quedaba le ayudo para levantar lo que pudo para liberarse. Para arrastrarse
afuera del edificio. Si, también su departamento. Donde vivió con Paty se derrumbó.
Mucha gente salió otras no. Cuando salió hubo personas que le ayudaron. Querían
llevarla a un hospital pero ella no quiso.
-
Debo encontrarla-
Dijo Larisa. La zona estaba muy dañada. Lo escucho en las noticias de la zona
que la atendían.
Como pudo, se trasladó a la zona. Ni
el metro funcionaba. La ciudad estaba paralizada. Pero gracias a ello. Ella podía
ir caminando por las calles. Le costó trabajo porque no reconocía la zona por
lo mal que estaba. Tanta gente muerta. Tanta destrucción. Lloraba y rezaba por
todas las almas que se habían perdido en ese lugar. Algunas personas le daban
comida y bebida. Eso le ayudaba a continuar.
Llego a la zona. Pero todo estaba con
una cinta de no pasar. Toda la calle llena de los edificios
No podía respirar bien. El dolor del
cuerpo seguía y el polvo no se acentuaba todavía. Larisa empezó a gritar como podía
llamando a Paty. Pero fue en vano, nadie le respondía seguían con las labores. Ella
preguntaba a la gente alrededor si la había visto. Si tan siquiera tuviera una
foto de ella. Pero ni siquiera tuvo el tiempo de ello.
Empezó a escalar los escombros para
ver si la podía ver de lejos. Pero no se veía nada más que restos de los
edificios y la gente ayudando. Una vez más,
ella sintió que se quedaba sin aire. No podía respirar bien. Si visión quedo en
negro.
-
Larisa despierta
amor mío. Despierta.- Sintió que alguien le beso el rostro.
Despertó. El suelo estaba fresco,
pero no sabía dónde estaba. Solo podía ver a mucha gente como ella en los
lugares menos adecuados. Tenía suero en uno de sus brazos, una bolsa de
sangre. Los paramédicos al ver que estaba despierta le atendieron. Avisándole de
sus heridas. Casi no la contaba, se había desangrado por una herida abierta que
no había dejado que la trataran en el hospital en el momento que iba a
encontrar a Paty.
-
Debo encontrar a
Paty. Ella necesitaba ayuda. Estaba en la zona dentro de circuito interior.
-
Lo siento pero con
sus heridas. Usted terminaría muerta solo al salir del hospital. Debe quedarse
hasta que tengamos una cama y poder recuperarse. Puede anotar sus características, nombre y la
zona donde debería estar. Así las autoridades cuando puedan le encuentren. Debe entender que una persona sin experiencia
y equipo. Puede causar que se lesione; más pueda provocar un derrumbe en la zona
que este un sobreviviente y eso complicaría o sería imposible su rescate.
-
Lo entiendo, pero
por favor búsquenla- sintió su corazón romperse en pedazos.
Pasó un rato y la pasaron a un piso,
estaba en cama. Por las noticias sabía que encontraban más cuerpos que
sobrevivientes. Otros dos días más sin noticias. La angustia le mataba y no podía
moverse del lugar. No podía ayudar, No podía hacer nada. Lloraba por todas las
escenas que veía. Toda su gente, sus amigos, sus conocidos, su raza sufría. Su
Amor Sufrió. Ella estaba desesperada.
-
Señorita Larisa- Le
llamo por su nombre un doctor joven. El cual, al verlo Larisa vio su semblante
cansado. Larisa solo le miraba mientras el intentaba empezar a darle la información.
Su corazón estaba detenido- La encontramos.
-
¡Por Dios!- Soltó una
exclamación.
-
Ella está en la zona
de cuidados intensivos. Está en coma inducido por sus lesiones- Miro su
expedientes.- No está en buenas condiciones. Lo cual, no saben si sobrevivirá.
-
Ella lo hará. Solo
necesita que este yo con ella. Que me escuche. – Le miro atentamente.
-
Lo entiendo pero,
debe entender que es la zona de cuidados intensivos. No puede pasar persona que
no sea su familiar.
-
Necesito el dato del
hospital y la habitación que esta ella.
-
Se lo daré para que
avise a sus familiares.
Cuando se recuperó más de sus heridas
se traslado hacia el hospital. Intento verla pero fue lo mismo que le dijo el
doctor. Por no ser su familiar no podía verla dentro de la zona de cuidados
intensivos.
No le dejaron verla. Solo le dieron sus
pertenencias su móvil, y ropa solo para confirmar que era ella. Para
identificarla. Si era su Paty. Todo lleno de sangre, roto y con la sangre de
ella.
Llamo a la familia de ella, el cual
hizo una petición al hospital para que la dejaran ver. Ante todo su familia
estaba a favor de su próximo matrimonio. Siempre habían sido abiertos. Respaldando
a su hija en todo.
Cuando se colocó la bata
reglamentaria. Pudo pasar a verla. Casi se conmociona a ver su estado. Pero
ella seguía con vida.
-
Hola amor. Estoy a
tu lado ahora. – Lloro Larisa. - Ahora puedes estar tranquila. Estoy a tu lado
hasta que mejores.- Le toco la mano – No estás sola.
Paso un tiempo, Larisa siempre estaba
ahí para hablarle y tocarla para que sintiera que estaba con ella. Los médicos vieron
que Paty mejoraba paulatinamente.
Una mañana que llego Larisa a la zona
de cuidados intensivos. Llevaba libros para leeré y la Música a Paty que le
encantaba. Pero no encontró a Paty en la habitación.
Fue corriendo a la recepción.
- ¿Donde esta Paty???-
Llego rápidamente
-
Calma Señorita
Larisa- Dijo una de las enfermeras
- ¿Como deseas que me
calme si no está ella en su cama?- Sus nervios estaban a mil
-
Ella fue trasladada
a terapia intermedia. Ella ya puede respirar por si sola. – le calmo, anoto en
un papel el piso y el cuarto. Se lo dio a Larisa- Le quitaran el coma inducido.
-
Gracias… Gracias
Gracias…- Salió con prisa hacia el piso y la habitación.
El espacio era más
privado, con un baño y la puerta cercana a los médicos. Podía escucharse el
aparato que le leía los signos vitales pero ya movibles. Así que suero con otro
medicamento que le seguían colocando.
Había sillas más cómodas.
Como todos los días. Le hablo y leyó. Tanto para entretenerse como para quitar
su nervio.
La tarde noche se sentía
fresca, la ventana ayudaba a refrescar la habitación. Podía sentirse los olores
y sensaciones en ella.
Solo un parpadeo y
empieza a observar por todos lados. Esta sola. Donde? No sabe. Porque?… empieza
a recordar todo. Su amor… ya no está con ella. Como sobrevivió? Se pregunta.
Derrama lagrimas por su
amor. No puede levantarse. No tiene fuerzas para ello. Se siente adormecida.
Iba a dormir de nuevo
cuando escucha una voz.
-
Hola amor, por fin
regresas.- sitio en su mano una ternura conocida.
-
Larisa?- Miro hacia
la voz.
- Así es. Estoy a tu
lado, ahora y siempre- Le beso en la mejilla.
-
¿Pero como amor??- La
miro maravillada. Si Larisa tenía moretones en el cuerpo. Pero estaba bien.
Intento levantar la mano para tocarla y no fuera un sueño. Pero no tenía
fuerzas ni para eso. Larisa al ver sus intenciones, agarra la mano de Paty y se
la coloca en el rostro.
-
Si soy real.- Sonríe-
Tenemos tiempo para hablar.
Paty solo Sonríe.
-
Así es amor. Tenemos
tiempo para hablar.- Se miran la una a la otra sonriendo.
La vida en la ciudad continúa.
Tendremos muchas pruebas para vivirlas. La gente está unida. Sanaran. Continuaran
ya que todavía tienen tiempo.