Nota por: Ryokilla
La serie que nos revolucionó hace algunos años y que despertó a más de alguna yurista que dormía cálidamente en su silencioso closet. La que cuando apareció en pantalla rompió todos los esquemas, derribó estereotipos y destruyó las ideas retorcidas entorno a las lesbianas y que abrió la puerta hacia el mundo LGBTQ+ como nadie lo había hecho antes y que despeinó a más de alguno en el proceso televisivo. Volvió recargada con una nueva generación, nuevos personajes y nuevas escenas candentes.
En diciembre de 2019, la serie regresó a la pantalla con el llamado de una nueva Generación Q. En esta podemos ver a tres personajes originales de The L Word que retoman sus historias 10 años después del final de la serie. Bette, Shane y Alice son la base que mantiene la esencia de la historia, pero esta vez, con la madurez de los años y enfrentando nuevos procesos de vida. A esto se le suman personajes nuevos y en diferentes rangos etarios, lo que ofrece un abanico de realidades distintas sobre sus vidas y las formas de enfrentar diversas dificultades.
Realizado nuevamente por Showtime y producido por su creadora Ilene Chaiken, podemos encontrarnos con una vibrante propuesta audiovisual que te mantendrá completamente inmersa en cada capítulo.
Destacan los hilos narrativos de los distintos personajes que se van construyendo entorno a temáticas como; el matrimonio homoparental con su respectiva crianza, las relaciones poliamorosas, el amor trans, la religión, la madurez e inexperiencia versus la complejidad de la vida laboral, entre otras.
Alice Pieszecki tiene un crecimiento profesional asombroso, pasando desde su programa radial a convertirse en el rostro de su propio programa de televisión, en donde tiene la oportunidad de entrevistar a grandes figuras LGBTQ+, como a la capitana de la selección de fútbol de Estados Unidos, Megan Rapinoe. Su vida personal parece estar estable, aunque criar a los hijos de su novia no parece ser su fortaleza más grande.
Otro de los rostros entrañables de la serie que también regresa, Shane McCutcheon, la inolvidable rompecorazones que hizo temblar y dudar a muchas heterocuriosas en el pasado. En esta ocasión, el paso de los años le ha brindado calma y cierta estabilidad emocional, aunque las complicaciones con su esposa y las dudas sobre tener o no familia, acechan su presente.
The L Word: Generation Q nos brinda mucha entretención, lecciones de vida y, sobre todo, subidas de temperatura constantes como bien lo saben hacer.
La primera temporada cuenta con 8 capítulos que se disfrutan de principio a fin, sin sentir ningún “relleno” extra, con algunos guiños a la serie pasada y con una banda sonora sobresaliente.
Las nuevas historias de las vidas entrelazadas de Dani, Sophie, Finley, Micah, Angie, entre otros, nos llevarán por una montaña rusa de emociones y sensaciones que no dejan a nadie indiferente. Pasando por el despertar sentimental de Angie, la hija de Bette, como una de las facetas más dulce de la serie, cruzando por los preparativos de un matrimonio, algunas infidelidades, el encuentro con una “pastora” y la experimentación de un trío, son algunas de las cosas que caracterizan la vertiginosa historia.
La serie estrenó su segunda temporada a principios de agosto de 2021, por lo que se encuentra en emisión a través de la plataforma de Showtime y Amazon Prime.
Sin duda un retorno potente para una serie que marcó a la comunidad lésbica mundial, dejando la pauta para las posteriores producciones LGBTQ+ y que ha sido recibida con los brazos abiertos tanto por los “viejos fans” como por las nuevas generaciones.
Sin duda, una serie que no deben dejar pasar.
*Sugerencia: Si viven aún en casa de sus padres, vean la serie con audífonos. Les dejo el trailer como final de la nota.