El perrito travieso (Naughty dog) ya nos tiene acostumbrados a sus paisajes exuberantes, puzles asombrosos, ciudades escondidas y aventuras desenfrenadas a lo largo de toda la franquicia, Uncharted. Siempre protagonizada por Nathan Drake, tuvimos que esperar hasta la entrega número cinco “El legado perdido”, para ver como, un personaje pasaba de un segundo plano, a tomar el control absoluto de toda la pantalla. Me refiero a Chloe Frazer, quien aparece por primera vez en Uncharted 2 como la “novia” de Nathan. Desde allí en adelante, su presencia en la saga se hizo recurrente pero siempre de una forma secundaria, exhibiendo sus habilidades a todo terreno, pero nunca más allá. No sabíamos mucho de ella, pero como buena yurista, uno suele desconcentrarse en el juego viendo sus caderas andar de aquí para allá.
En agosto del 2017, la compañía entregó una nueva aventura, en donde nos tendríamos que olvidar completamente de Nathan, ya que la dueña y señora de esta historia, sería Chloe Frazer (¡Gracias Yuridia sama!).
“El legado perdido” nos lleva hasta la India, en medio de una guerra civil, en la búsqueda del mítico colmillo de Ganesha. Allí, la cazarrecompensas Chloe, contrata los servicios de Nadine Ross, quien la acompañara en esta arriesgada misión.
Y por el otro lado, regresa a la pantalla Nadine Ross, quien fuera la líder del ejército subversivo Shortline en Uncharted 4, la antagonista dura y difícil de enfrentar. Físicamente muy fuerte y claramente una estratega temible.
Prácticamente dos polos opuestos unidos para llevar a cabo una misión casi suicida.
Al principio de esta historia podemos darnos cuenta de que no congenian mucho ya que ambas, debidos a sus historiales, mantienen una postura a la defensiva la una de la otra. Sus ojos puestos en el trabajo, una para poder conciliar su pasado familiar y la otra para intentar revivir su honra luego de su ruptura con Shortline.
Como buena yurista, el radar estuvo activo desde el análisis de la portada, y es que como seguidora de la saga Uncharted, era más bien sorpresivo, ver a Chloe junto a otra chica como protagonistas. Originalmente, en las entregas previas, la postura de nuestra cazarrecompensas favorita fue mas bien heterosexual y ni luces de algún interés por las chicas. Pero a medida que nos podemos internar en la historia de “El legado perdido”, podemos ir disfrutando de los suaves coqueteos a los que ya nos tiene acostumbrado Chloe, pero esta vez, hacia Nadine.
Como uno de los grandes títulos de Naughty Dog, podríamos haber pensado que este juego nos hubiera presentado una posible pareja yuri, como lo hizo más tarde con la exitosa segunda parte de “The last of us”, sin embargo y aunque no sea canon, podemos disfrutar de principio a fin como ambas evolucionan juntas.
La adrenalina al saltar enormes precipicios, ocultarse de los enemigos y ayudarse mutuamente para resolver los enigmas de la ruta, el intercambio de miradas y sonrisas, hacen que el ship de esta pareja cobre fuerza a cada minuto que pasamos jugando.
La mecánica de juego, la gráfica, los paisajes asombrosos y el corazón palpitar con cada salto, es algo a lo que ya nos tiene acostumbrados Uncharted. Pero lo que más sorprende, es ver y conocer más en profundidad a uno de los personajes más queridos de esta saga, que nos da mucha esperanza de que puedan entregarnos un nuevo juego con más aventuras y probablemente, algo más que sólo un ship y algo de yuri consolidado.
¡Naughty Dog, no le tiene miedo al éxito!
